03 noviembre 2005


VALLE INCLAN
Es a mi modo de ver Valle Inclan un precursor preclaro del arte conceptual.
En su obra Luces de Bohemia utiliza de forma magistral todos los elementos necesarios para desconceptualizar una idea clara y cerrada en si misma en perfecto equilibrio, como la tragedia.
Valle Inclan abre el concepto y sin dejarle perder su esencia de “personajes enfrentados a conflictos provocados por las pasiones humanas que desembocan en un desenlace fatal” lo vacía de una cierta dosis de dramatismo, extrayendo las cantidades precisas de angustia, padecimiento moral y pasión, reduciendo así lo patético de la actitud, para inmediatamente, rellenar el concepto de nuevo de ironía y sarcasmo, que devuelven al mismo otro estado diferente de equilibrio en el que incluso lo patético resulta intensificado, dando como resultado final un nuevo concepto al que denomina “esperpento” que sin dejar de ser una tragedia en el sentido clásico tiene ahora connotaciones grotescas.
Es decir crea unas nuevas realidades desde la cotidianeidad, inventándole a la misma posibilidades nuevas; en mi opinión, dentro de los criterios que sigue el arte actual. No obstante el propio Valle lo indica ya muy claramente en el pasaje en que dice “Los héroes (valores) clásicos (de siempre) reflejados en los espejos cóncavos (mirados con los nuevos conceptos, alterados de su sentido primigenio) dan el esperpento o deformación grotesca (dan las nuevas realidades).