19 abril 2008


Correspondencia Digital


Hola (A)

Mientras almorzaba esta mañana, aproximadamente a la misma hora que me enviabas un mail con esta cita, “Todos somos muy ignorantes. Lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas. Albert Einstein” reflexionaba yo, a propósito de la necesidad del conocimiento y sobre el valor del arte para acercarnos a una creatividad, que nos permita pasar de una actitud pasiva a otra activa, en la que cada individuo sea actor y que cuando menos, perciba y reciba el carácter terapéutico de la creación, cada vez mas importante en una sociedad de mercado tan alienante como la que nos toca vivir.

Este texto que sigue y que anoté a vuela pluma en una hoja de periódico, fue el resultado de susodicha reflexión.

A propósito de la ignorancia.
Es preciso educar, instruir e informar a la sociedad, sobre como y porqué surge el arte actual, sus imbricaciones transversales, su calidad de bloque integrado donde la ciencia, la filosofía, la ética y los acervos culturales, conformen una estética que proponga reflexiones sobre la rápida evolución que esta teniendo la sociedad actual y la capacidad de cada individuo de reflexionar sobre eso, imbricando su propia participación social en un contexto que sigue unas reglas de mercado, en las que el hombre, cada vez mas, pierde su condición sagrada, para convertirse en un parámetro de rendimiento, exclusivamente en función de un beneficio comercial.