05 diciembre 2005


31 DE FEBRERO

Estoy convencido de que el hombre es un bloque integrado de razón y sentimientos, cuestión esta que me empezó a interesar al tratar de comprender la naturaleza del Arte, cuando desde muchas opiniones, este estaba basado exclusivamente en la emoción y el sentimiento, obviamente me parecía una aberración disociar de una forma tan sencilla nuestra experiencia, nuestro razonamiento, nuestras emociones y nuestros sentimientos, es decir nuestras capacidades cognitivas.

Parte de mis investigaciones tomaron la línea que acabo de mencionar, mediante la cual llegue a la conclusión de que el hecho artístico, es lo que denomino “Poesía Conceptual” Entendiendo por poesía, la creación pre-posicional al conocimiento y por concepto la normal evolución racional de la idea más primigenia. O lo que es lo mismo, el dialogo inmanente de las fuerzas cognitivas.

Evidentemente en el proceso de investigación me interesó el “arte” de los locos y confirmar que muchos artistas habían sufrido algún problema físico, emocional o psicológico, que pudo influirles física o químicamente en su cerebro, potenciando su locura“creativa”, estableciendo una vinculación para mi clara entre situación del cerebro y creatividad.

Por otro lado entendí también que una de las acciones que pretendo cuando intento plasmar mi búsqueda, es hacer visible el pensamiento.

El hombre antes de emitir un sonido articulado, ya tenía la representación visual de aquello que aun no había nombrado. De donde deduje, que el pensamiento más prístino del hombre era visual. La evolución nos hizo nombrar las cosas y establecer un código de símbolos con el cual nos podíamos expresar oral y visualmente.

Con lo que el hombre desde su naturaleza más esencial, pasa a ser como decía Joseph Beuys un Chamán, un Demiurgo, que desde una perspectiva arqueológica trata de percibir esa “mirada” primigenia, esencial y ponerla ante nuestros ojos.

Al descubrir el trabajo de Antonio Damasio en el campo de la neurología cognitiva, que aclara de forma científica, las investigaciones que yo realizo de una forma empírica apoyado en la intuición, de alguna manera siento con más intensidad que nunca, que la investigación desde múltiples disciplinas, nos coloca ante una situación transdisciplinar en la que las sinergias que se crean son más importantes que la propia acción concreta; Einstein, Heisemberg, Poincaré, Mandelbrot, Seamus Heaney, Baudelaire, Cesar A. Molina, Brossa, Duchamp, Sócrates, Baudrillard, Maslow, Peirce y tantos otros, nos van abriendo caminos hacia esa mirada en la que el ojo humano tal como lo entendemos hoy, ni siquiera era imaginable.

El bucle que nos lleva de un conocimiento global inconsciente a un conocimiento concreto, que a su vez se tiene que apoyar/complementar en otras especialidades para alcanzar un conocimiento global consciente, genera un nuevo espacio mental, una espiral de conocimiento transversal, que permite atisbar nuestros intersticios más primigenios.