Me había interesado mucho este libro y cuando Julia Barroso me lo hizo llegar, fui feliz.

Vaya por delante mi admiración ante un trabajo tan denso, que hace que ya lo contemple como una obra de referencia.

Se ve, que el libro es el resultado de una erudición y de un trabajo exhaustivo, de hecho, sin una gran parte de los conocimientos vertidos en el, considero de todo punto imposible acercarse al arte actual.

Hay un artista al que le tengo una querencia especial, Paul Klee, cuando sobre la pagina 100 aun no había leído nada sobre el, me empecé a inquietar, sobre todo después de saber que le da un “sesgo alemán”, pero ¿como podrías obviar a Die Brücque y sobre todo a Der Blaue Reiter o La Bauhaus?
Paul Klee aparece posteriormente de forma cumplida.

Hay algun aspecto que si me gustaría matizar aprovechando esa idea de Werner Hofmann que tu citas y yo comparto, de que “…el arte ya es discutible y digno de discusión…”.

Aunque ya lo indicas en el prefacio, Tema, Iconografía y Forma, son parte determinantes en la creación de un estilo y durante bastante tiempo, pienso, que hubo artistas que ponían mucho énfasis en que sus obras transfirieran “su estilo” personal, que de alguna manera, también permitía que el mismo fuese identificable por “el publico” que a su vez se sentía reconfortado en “su conocimiento” contribuyendo a crear un mercado.

Actualmente muchos artistas hablan de proyecto, cuando quieren decir obra, dejando a un lado el estilo, con lo que estaría de acuerdo, si no fuera que por proyecto, entiendo algo más intimo y complejo que tengo desarrollado en otro lugar.
Creo que las palabras nos configuran.

En otro orden de cosas, comentar que note en falta la referencia de un espacio muy interesante, aunque poco cuidado en Pontevedra “A Illa das esculturas” en la que artistas del land art, como Richard long, Dan Grahan, Robert Morris, Giovanni Anselmo, incluso Francisco Leiro que no se le puede encuadrar en esa clasificación, junto con otros, configuran un trabajo pionero en España.