10 noviembre 2005


28 de Julio de 2005
EN EL FRAGOR DE LA NOTICIA
No puede uno mantenerse indiferente ante los hechos de Londres. Si execrable es un acto terrorista cometido por fanáticos, que en aras de sus intenciones siembran el pánico, el horror y la muerte, menos asumible aun, es que desde el propio poder “democrático” se asesine a una persona inocente en aras de la “seguridad”.El fin no justifica los medios y la seguridad no puede menoscabar los valores en que se sustenta el propio sistema democrático, obviando la dignidad personal y acrecentando más la injusticia, so pena de pervertirlo convirtiéndolo en un estado policial.

19 de Agosto de 2005
VEINTIDÓS DÍAS DESPUÉS
Un individuo, somos todos los individuosIntento encontrar informaciones y comentarios sobre los “excesos” de Roquetas y Londres, que por su punto de coincidencia, un muerto a manos de la policía, me parecen un tema importante por lo que dicen del sistema en que vivimos, de los gobiernos democráticos que tenemos y de quienes los elegimos. Los medios escritos les dedican escasamente media pagina, los informativos de TV una breve reseña, en las columnas de opinión, incluso en las páginas más sensibles de la Web, quedan soslayados estos hechos por la actualidad más inmediata, que ocupa sus espacios, repitiendo todos, los mismos ecos de las agencias oficiales de información. Estos supuestos excesos si se confirman, serían “asesinatos” realizados por las fuerzas del “orden” en el ejercicio de sus funciones… En ambos casos, lo primero que surge es un aparente corporativismo de las policías respectivas,..Por nuestra parte estamos acostumbrados a ver noticias de muerte, terrorismo, accidentes etc. pero estas no son lo mismo, están ejecutadas por el aparato policial del sistema, que en aras de una supuesta seguridad, subvierte los valores más elementales de la democracia dejándonos curiosamente desprotegidos e inseguros, inmersos en la injusticia y obviando la dignidad personal, por lo que los valores que sustentan la democracia pueden llegar a pervertirse, transformando la misma en un sistema policial o en una dictadura encubierta. La complicidad social deviene en degradación colectiva, por lo que la toma de conciencia individual resulta vital. Todos somos ellos.

... LA VIDA SIGUE ...
Me preocupan las noticias que se quedan colgadas, que duran lo que dura el telediario y se difuminan sin que nos volvamos a preguntar que paso, ¿que sucedió con Londres y Roquetas?, (son solo un ejemplo), De Menezes y Juan Martínez Galdeano ya no son solo nombres geográficos, sino personas como tu y como yo, que nos levantamos, corremos para ir a ningún sitio y casi antes de darnos cuenta desaparecemos, quedando convertidos en el mejor de los casos, en un recuerdo entrañable para alguien, que en muy poco tiempo más, también desaparecerá y solo quedara polvo, al menos como decía Quevedo que sea polvo enamorado. ¿Y esas personas que quedaron aparcadas en un archivo de los medios de comunicación? En poco más de siete líneas ¿ya nos habíamos olvidado de ellas? Efectivamente, la vida sigue, pero los acontecimientos que inciden en aspectos tan esenciales, como la dignidad y/o la justicia, deberían de tener un seguimiento, con la misma difusión mediática que se suscitó cuando estalló el conflicto que dio origen a unos titulares, que en ocasiones el propio poder acalla, articular un seguimiento de determinadas noticias lo habría que entender como un acto educativo inserto en una democracia y en consecuencia potenciado económicamente, de la misma manera que se subvencionan otro tipo de actuaciones.