13 mayo 2006


El respeto es otra cosa

Ayer asistí a una presentación de un libro de poesía en el transcurso de los actos celebrados con ocasión IX Salón del Libro Iberoamericano de Gijón organizado por Literastur.

Sin entrar a valorar la calidad del poemario al que la organización dio cabida, lo que me produjo una sensación de malestar, fue la presentación propiamente dicha, por parte de un poeta cubano llamado Luís Hernández.

Pienso que si alguien accede a presentar algo, está en la obligación de conocerlo para poder hacer una semblanza o inhibirse de la presentación.

En este caso que me ocupa creo que hubo una falta de rigor por parte del presentador, quien había recibido con antelación el poemario en cuestión y tuvo el tiempo suficiente para ubicarse.
Después de un breve discurso plagado de tópicos, en el que quedo claro que ni había ojeado el libro, ni tenía ningún interés para el, invitó al poeta a que leyese dos poemas.

Dicho con más claridad, en poco más de media hora despachó la presentación de tres libros y la lectura de varios poemas.

Esta persona que es un buen poeta, es posible que no tuviera el día, pero creo que debería de respetar más el trabajo de los demás y no hacer solo turismo pagado.

El poemario era "Desde la Luna Nueva" y su autor Santiago García.

1 Comments:

Blogger Luis Herrera said...

Abajo con todo escritor funcionario, amiguista, adulador, rastrero, ambicioso, envidioso, flojo, gubernamental, irrespetuoso, soberbio!!! A menos que los escritores sean verdaderos amigos, siempre existen estos escritores menores que no dedican ni un tiempo y no reflejan ni un respeto por una persona que está en la misma pelea; y sin embargo, se creen los dueños de la palabra.
Acá en Chile abundan, como buitres.

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