19 marzo 2006

Ya no se va a poder estar en el limbo, el constructo teológico del “teologúmeno” desaparece porque lo determinó la actual comisión de teólogos, con lo que o se es “bueno” o “malo”, y quizás sea mejor así, porque nos será más fácil acercarnos al mundo maniqueo concebido por el imperio, donde el miedo es la mejor herramienta de control y la verdad no se considera, salvo la del poder.

Comentario a la decisión de la iglesia catolica de suprimir el limbo, tapada despues por el runrun de los hechos cotidianos.