28 enero 2006

Tengo una serie de articulistas, 7 u 8 a lo sumo, que no escriben el mismo día ni en el mismo medio y a los que leo cuando tomo el café, pequeño vicio que me permito al saltar juntas todas las paginas de deportes.
Hoy dos de ellos coincidían básicamente en su planteamiento y un tercero era certeramente lírico. “dios los cría y ellos se juntan”.

22 enero 2006

Llevo
varios kilómetros
muchos minutos
buscando
una palabra

que no encuentro.


Busco palabras que pongo en movimiento aunque no tengan respuesta, se diría que van dirigidas al silencio…
Del que puede emerger un poema, una lagrima u otro silencio.
Ansia de encontrar el país de nunca jamás y ser un Peter Pan, el mismo que durante años no encontró sentido al tópico de “la vida es muy dura” a pesar de los sufrimientos puntuales. La vida se vuelve dura cuando la cabeza asume la desventura, en un rapto de lucidez, haciendo tomar conciencia de la propia fragilidad física, afectiva y psicológica.

15 enero 2006


Ágora

Acabo de recoger el último numero de la revista Ágora, un trabajo muy interesante realizado desde la labor entusiasta de una serie de personas encuadradas en la Sociedad Cultural Gesto, que plasman en ella sus intereses y pensamientos con una gran sensibilidad, ponerme a nominar uno por uno sería obviar al colectivo, a la suma de individualidades que cada tres meses ponen en la calle una nueva suma de ilusiones.
Resaltar únicamente que la portada es una fotografía de Juan Garay extraída del libro “Reflejos de Ciudad”.

Una sugerencia, en este mundo digitalizado en el que nos toca vivir, pensar en realizar una pagina web o varios weblogs asumiendo los parámetros de Ágora en donde se pudiera “colgar” en PDF la propia revista, me parece una idea a tener en cuenta.

12 enero 2006


La moda es la "miseria de la novedad " y esta a su vez es un sucedáneo de la originalidad.

08 enero 2006


Decía un amigo refiriéndose a los blogs que son un río.
Desde un punto de vista metafórico es una buena imagen, pero mirado desde una perspectiva plástica, al menos para los no iniciados como yo, que no podemos salirnos de los márgenes y tenemos que mantenernos dentro del cauce físico virtual del que disponemos, efectivamente, son un cañón por el que una riada arrastra aspectos de lo más variopinto del imaginario humano.
En el mismo, van apareciendo diversas cuestiones que no están mucho tiempo en el mismo punto, la propia inclusión de post las hace discurrir, dando una sensación de fluir.
Lo cotidiano, como en la vida, empuja.

05 enero 2006


Desde mi atalaya II

Albedrío
La sociedad actual a pesar de poseer unos conocimientos más amplios que generaciones anteriores y la posibilidad de acercarlos a un número más grande de personas, nos “vende” artilugios que “consumimos” sin importar en absoluto los principios que rigen su funcionamiento, de la misma manera que nos “vende” belleza (mas bien imagen) sin que nos preguntemos por que es bello, o comportamientos que mimetizamos, sin que estén sostenidos por ningún tipo de criterio.

El día a día es arrollador, lo inmediato reclama nuestra atención, paralizando nuestra intención y la absorbe, no nos permite parar y “pasmar” con esa propia cotidianeidad donde se encuentra todo, empobreciéndonos.

Nuestra memoria al no ejercitarla de continuo en ser, se esfuerza en estar y en esa aliteración de la memoria en el “estar” se genera un ritmo, pero vacuo, totalmente superficial y carente de poesía, cual un mal ripio del vivir, pero que al ser identificable por la mayoría, nos iguala por abajo intentando zambullirnos en la mediocridad.

Esta realidad externa es de por si inhibitoria, “estorba, impide, reprime el ejercicio de facultades y hábitos” dice el diccionario. Si nuestra realidad personal no esta intelectualmente anclada en el “ser”, quizás lo más inteligente sea inhibirse.

Por eso, cuando algunos días una palabra te conmociona, sientes que estas vivo a pesar de que el conjunto de la sociedad con todo su poder económico y sus medios de comunicación te ponga en el camino de convertirte en un zombi.

Quizás una de las palabras sobre la convendría reflexionar, sea el albedrío y el concepto que la misma sustenta.

04 enero 2006


Desde mi atalaya I

Tensión
Hay días en que las sugerencias que llegan son empobrecedoras, mediocres, inhibidoras. En otros, una palabra idónea dentro del contexto adecuado, produce una catarsis que resulta reveladora, se abren unas perspectivas diferentes, una visión clara de algo que ronda por la cabeza, pero que no eres capaz de reflejar ni racional ni emocionalmente.
Viene esto a cuento por que descubrí en ese contexto idóneo una palabra clave de nuestro devenir cosmológico “tensión”.

Nosotros, (las formas) entiendo que somos una escisión del caos y al escindirnos, el “todo” caótico se muestra cosmológicamente como un equilibrio entre contrarios, que cuando está perfectamente equilibrado, nos produce serenidad, pues bien, creo que el elemento de cohesión de esos contrarios es la tensión, fuerza que impide disociarse totalmente al “todo” caótico en su estado cosmológico y que a nosotros nos produce bienestar o malestar según el grado de interacción de esa tensión de fuerzas.

Pienso que esta tensión es en si misma la forma más intrínseca de religiosidad (religare, en latín, volver a unir) pues re-liga, ciñe con más firmeza dos fuerzas antagónicas, es asimismo conexión de la realidad tangible cosmológica, con la realidad inefable y caótica, acercándonos por ende a lo que el hombre aspira, aquello que contiene el tiempo, el espacio y la calidad demiúrgica. Lo sagrado.

El intento de moverse por lo inextricable en la búsqueda de la esencia, verdadero contenedor y contenido de la verdad, la belleza y la bondad, en ocasiones, las menos, nos transpone, a lo inefable, al éxtasis, a lo sublime, transmutándonos, permitiéndonos creer que intuimos lo absoluto y participamos de ello.