SOCIEDAD CIVIL (2)
Mantengo el convencimiento de que vivimos en una mala democracia, no basta pensar que salimos de una dictadura o que son peores otras, la nuestra es optimizable y realmente lo que falta es voluntad política para alcanzar lo mejor, sin resultar frenados por ese axioma de “lo mejor es enemigo de lo bueno”.
Las listas abiertas son una opción válida a la que parece que le tienen temor.
Los grandes partidos están de acuerdo en lo que les conviene e impiden que en circunscripciones pequeñas, se establezca otro sistema, por que beneficiaría a los partidos minoritarios.
A esto se une el agiornamiento de una cantidad importante de políticos, que dejaron de servir al pueblo que les voto, pero que no pueden dejar de servir a quien les nominó.
Solo de pasada recordar los diferentes casos de corrupción confesos, el nepotismo de algún dirigente o la homogeneización a la que se somete a la sociedad, mediante la manipulación de los medios de comunicación.
Hay que pensar que a una población de 40.000.000 de habitantes la dirigen unos partidos mayoritarios que reconocen en torno a 700.000 afiliados cada uno aproximadamente, en un bipartidismo de facto como es el nuestro, impone su criterio una población menor del 2%.
En la anterior legislatura y desde un neoliberalismo que considero dañino, se privatizó parte del patrimonio de todos y se redujeron / endurecieron las prestaciones sociales, sin que los agentes sociales, levantasen mucho la voz.
Es decir hay un número muy alto de personas que no están en el poder, el cual, anestesia a las asociaciones de vecinos, culturales etc. con subvenciones para sus proyectos, creando en algunos casos clientelismo. En otros, ubica a sus afiliados en los puestos desde donde se controla la institución, asociación, etc. y algunas entidades algo más díscolas, tontean con el poder a ver que cae…
Por eso cuando el sentimiento colectivo de Nunca Más, invadió Galicia, contagiando al resto del estado, sentí, que algo diferente se estaba gestando y que desde ahí se podría establecer una nueva dinámica social.
Por que creo, que las estructuras políticas, tienen que estar espoleadas por una Sociedad Civil que se mantenga vigilante, desconozco la formula de articular esta situación, pero lo que es seguro, es que es la Sociedad Civil, quien tiene que marcar el ritmo y exigir a los partidos, que respondan, desde su compromiso y responsabilidad con el pueblo que les dio el poder.